CLIMA Y MAQUILLAJE

Ya podemos sacar una conclusión de la reciente cumbre del clima en Madrid: se confirma que los niveles de hipocresía corporativos son escandalosamente impúdicos. 

El mismo día de la inauguración, va una IBEX 35 y se compra todas las portadas de los periódicos (papel) en una campaña de blanqueamiento de imagen sin precedentes (al menos yo no lo recuerdo). Una campaña tan ostentosa sólo puede resultar creíble al más tragabolas del mundo. Pero ni es honesta ni contribuye a nada al propósito de la cumbre y sirve sólo como compra de voluntades periodísticas.

¿Una cumbre del clima con patrocinadores? Para mear y no echar gota. Que uno de los principales patrocinadores sea también uno de los mayores contaminadores de Europa es la guinda del pastel.

Al mismo tiempo, los departamentos de comunicación de todas las empresas (que dispongan de uno) se han puesto a emitir notas de prensa como descosidos para demostrar cuán comprometidos están con la salud del planeta.

El eco de dichas notas de prensa, como sabemos, es directamente proporcional a la inversión de dichas empresas en medios. 

Debajo del maquillaje siempre están las arrugas, por mucho maquillaje que se aplique.

Al mismo tiempo, resulta sorprendente la campaña de descrédito organizada en todo tipo de medios contra la adolescente que ha agitado el cotarro. Resulta una campaña tan idiota (nivel Trump) que a veces parece que mandar a Greta al instituto fuera solución, en sí mismo, a parte del problema climático. 

He leído periodistas talludos desacreditar a la sueca por su condición de adolescente, simplemente, como si escribir columnas y peinar canas inmunizara contra la capacidad de recibir una lección de actitud. Si no nos da lecciones de actitud los jóvenes quién lo va a hacer.

La del Clima es una Revolución necesaria que harán las nuevas generaciones o no hará nadie.

Podemos esperar sentados a que los gobiernos se pongan de acuerdo en soluciones reales, pero me temo que en el tiempo que inviertan en ello la Tierra puede hacerse ido al carallo 4 o 5 veces. Mínimo.

Las nuevas generaciones tienen el poder de actuar, no con una sentada a la puerta del parlamento (que también) sino con una forma de vivir y consumir nueva que implique la elección, exclusivamente, de soluciones responsables, sostenibles, basadas en la economía circular. 

Sólo una generación nueva puede ser capaz de desnudar todos los maquillajes. Los demás, al menos aquéllos que manejamos la conciencia, intentaremos subirnos a la ola.